Una gran parte del dinero que gana una familia va destinado a la factura de la luz, gas y agua. Un gasto de primera necesidad que aún así podemos ahorrar.
Es imposible descartar alguna tarea de las que consumimos dichas energías naturales, ya que son indispensables en el día a día de una persona. La solución a este problema es seguir utilizándolos pero de otra manera y en distintos momentos de del día como detallaremos a continuación:
- A la hora de lavar la ropa es importante recordar que no pongamos la lavadora en marcha hasta que esté llena del todo. Parece una tontería pero son muchas las personas que la ponen en funcionamiento sin llegar a la mitad de su capacidad.
- A la hora de cocinar tapa la cazuela y también no abras el horno. Acostúmbrate a controlar el estado de los alimentos sin abrir ninguna de las aberturas, ya que de esta manera despilfarras una gran cantidad de calor, es decir, de energía.
- No hace falta que el frigorífico esté a a tope de temperatura para que los productos están casi congelados.
- Comprar electrodomésticos de clase A, es decir, cuyo consumo energético sea menor.
- Apagar las luces en aquellas habitaciones donde no estemos (de noche) y no encenderlas en el caso de q no hagan falta (de día).
- Si el tiempo de la ducha es menor al acostumbrado, nos podremos ahorrar una cuarta parte del agua, al igual que cuando nos cepillamos los dientes cerrar el grifo ya que si no podríamos llegar a malgastar unos 10 litros.
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