La Kokedama es la planta sin maceta, su origen es japonés, y es la última tendencia en jardinería y plantas para tu hogar. Como su nombre indica, koke (bola) y dama(musgo), éstas se caracterizan por la utilización de una bola de musgo como si de un macetero se tratara. Las Kokedamas pueden ser de una gran variedad de plantas, interiores y exteriores.
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La importancia del sustrato y la turba
Lo primero que deberemos tener en cuenta a la hora de realizar nuestra kokedama es el sustrato y la turba, que debe ser especial para bonsái y que utilizaremos para conseguir una bola redonda, húmeda y con oxigenación. Encontramos diferentes recomendaciones sobre las proporciones que debemos usar para conseguir una buena bola pero la mezcla más recomendada son 3 partes de turba y 1 de sustrato.
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Amasando la Kokedama
Tras la mezcla del sustrato y la turba, nos dispondremos a “amasarla“con paciencia, añadiendo un poco de agua, hasta tener una masa que en textura podríamos comparar con la plastilina. La bola que obtengamos servirá de soporte para las raíces.
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Momento de plantar
Con la bola ya hecha, realizamos un hueco para las raíces de la planta que vayamos a plantar. Hay que procurar que éstas nos queden bien centradas en la bola del sustrato.
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Cubrimos con musgo
Una vez que hemos colocado la planta, es el momento de cubrir con el musgo la bola. Es importante que toda la superficie quede bien cubierta, por lo que repasaremos los huecos que hayan podido quedar, e iremos recortando mugo y tapando. Pos último para reforzarla la sujetaremos con hilos (pueden utilizarse diferentes materiales), que se puedan disimular, sujetamos la kokedama.
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Aquí tenemos nuestra Kokedama
Y sí, ya la tenemos, para interior o exterior, como planta colgante o de situada sobre alguna superficie sobre la que resalte, nuestra kokedama.
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